Los violines de Antonio Viñuales y Sergio Franco sonaron la tarde del sábado como si un solo intérprete mágicamente estuviera tocando dos instrumentos a la vez.
Una música de calidad en un enclave privilegiado hizo que unas 200 personas disfrutaran durante más de una hora de este concierto que seguramente recordarán durante mucho tiempo.
El concierto se inicio con Suite Gulliver de George Phillip Telemann intercalando duos y solos de Johann Sebastian Bach y del belga Eugène Ysayë, compositor de la obra Obsession, basada en una pieza de Bach y que enlaza con el tema gregoriano Dies Irae, obra inspiradora del título del concierto.
Para finalizar Antonio y Sergio interpretaron Dúos, Sz 98 de B. Bartók y una vez más deleitaron al público con una interpretación perfecta que hacía sospechar una sintonía entre los intérpretes que sobrepasada la profesionalidad.
Los dos intérpretes, integrantes de una misma escuela, arrancaron comentarios similares a melómanos y no iniciados en este tipo de música, referentes precisamente a ese entendimiento mágico que de forma natural les acompañó durante todo el concierto y que no paso inadvertido para ningún asistente.
Casi anochecía cuando finalizaron los bises reclamados por un público muy satisfecho que quería seguir disfrutando de la tarde.
Finalizado el concierto los asistentes pudieron disfrutar de una visita guiada al Monasterio. La asociación Progea, gestora del Monasterio, puso este broche final a una tarde perfecta.