Tormos, 28 de julio de 2024. El pasado sábado 27 de julio, el Salón Social La Cultural de Tormos, un enclave histórico erigido durante la construcción del pantano de La Sotonera, se llenó de magia y delicadeza con el concierto "Colores Sonoros". Este evento fue una auténtica delicia para los sentidos, con el dúo navarro formado por Ekhi Ocaña a la flauta y Alicia Griffiths al arpa ofreciendo un recital de músicos de la era impresionista, que abarca finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
La Cultural, un edificio de principios del siglo XX, conserva el encanto de una época de revolución y desarrollo, y sirvió como el escenario perfecto para este espectáculo. Sus paredes, que antaño acogieron el ocio y el entretenimiento de las familias que se asentaron en Tormos para trabajar en la construcción de La Sotonera, hoy resonaron con las suaves y evocadoras notas de Debussy, Ravel, Ibert y Satie.
El concierto "Colores Sonoros" se estructuró en bloques inspirados en las famosas pinturas de Claude Monet, quien capturaba la misma escena en diferentes momentos del día y en diferentes condiciones de luz. Los artistas impresionistas buscaban plasmar la fugacidad del momento y la sensación de cambio en sus obras, utilizando pinceladas sueltas y rápidas, y una paleta de colores brillantes y vibrantes. Esta forma de entender el arte también se trasladó a la música que, más que descriptiva, era sugerente.
Al igual que las obras del pintor, cada bloque del concierto representaba distintas fases del día y estaciones del año: amanecer y primavera, mediodía y verano, atardecer y otoño, y noche e invierno. Esta narrativa se enriqueció aún más con fragmentos del libro "Platero y yo" de Juan Ramón Jiménez, que leyó Ekhi Ocaña, dando más profundidad al espectáculo.
El programa, cuidadosamente seleccionado, incluyó piezas emblemáticas del periodo impresionista, destacando las obras de Claude Debussy. Entre ellas, la suite "6 Epigraphes antiques", con movimientos como "Pour évoquer Pan, dieu du vent d'été" y "Pour la danseuse aux crotales", que evocan mitos y paisajes antiguos con una delicada sensualidad. También se interpretaron "Bruyères" del libro de preludios, que captura la esencia de los brezos en flor, y la popular "Syrinx", una pieza solista para flauta que es un verdadero despliegue de lirismo y técnica. No podía faltar "Clair de lune", una obra que por su belleza etérea y melancólica es sinónimo de la música impresionista, que Alicia Griffiths interpretó con el arpa mientras Ekhi Ocaña recitaba, y "La fille aux cheveux de lin", que con su melodía suave y ondulante evoca una tranquila escena pastoral.
Otras obras del repertorio, de compositores contemporáneos a Debussy, complementaron esta experiencia sensorial. La "Pièce en forme de habanera" de Maurice Ravel, con su ritmo sensual y carácter exótico, añadió un toque de color y dinamismo. De Jacques Ibert, se interpretaron la vibrante y melódica "Entr'acte" y la "Pièce for Flute Solo", ambas mostrando la versatilidad y expresividad de la flauta. La interpretación de "Rêverie" y "Beau Soir", dos piezas llenas de una serena y contemplativa belleza.
Ekhi Ocaña y Alicia Griffiths demostraron una maestría y sensibilidad excepcionales en sus interpretaciones. La flauta, en manos de Ocaña, se prestaba maravillosamente a las sonoridades de la música de la era impresionista, mientras que el arpa de Griffiths, con su sonido cristalino y resonante, realzaba la riqueza armónica y la delicada belleza de las composiciones. Esta combinación de instrumentos creó una paleta sonora rica y colorida en las piezas que interpretaron juntos.
Tanto como calurosa fue la noche en Tormos, en la que no pararon de agitarse abanicos entre el público, así de cálido fue el aplauso que brindaron al dúo navarro. Agradecidos por la buena acogida de 'Colores Sonoros', ofrecieron un bis del compositor Erik Satie.