Huesca, 23 de julio de 2023. La música para exorcismos de Pascal Caumont y Manuel Vilas despertó la curiosidad de más de ciento sesenta personas en un interesante ejercicio de investigación musicológica.
El último concierto del Festival de Música y Patrimonio EnClaves, que organiza la Comarca Hoya de Huesca|Plana de Uesca, dio comienzo, tras completar todas las localidades habilitadas, este sábado a las 20:30 horas en la iglesia parroquial de San Esteban de Loarre con un tiento de falsas para arpa del compositor aragonés Pablo Bruna (1611-1679).
La pieza abría, sin presentación y con mucha delicadeza, uno de los programas más arriesgados y, a la vez, intensos de esta undécima edición de EnClaves. El concierto propuesto por el arpista gallego Manuel Vilas, una referencia internacional en interpretación e investigación sobre la música para su instrumento entre los siglos XII y XVII, y por Pascal Caumont, un cantante y etnomusicólogo occitano, iba a transitar por los inquietantes espacios de los exorcismos católicos y su relación con la música entre los siglos XVI y XVII.
Arpa y voz se fueron alternando en una sucesión de himnos y salmos compuestos para deshacer tempestades, como la antífona Dominador Domine, para limpiar las casas embrujadas, como el salmo Levavi oculos meos in montes, o distintos himnos a la Virgen María, a quien se le atribuye una especial eficacia en la lucha contra la posesión demoníaca.
Manuel Vilas enriqueció y contextualizó cada pieza ofreciendo datos sobre la historia de los exorcismos en la Iglesia Católica, que entre el siglo III y mediados del siglo XX contó incluso con una orden menor dedicada específicamente a combatir las posesiones y que han dejado un rastro, todavía no suficientemente estudiado, de ritos, oraciones y composiciones musicales, algunas de las cuales fueron presentadas a lo largo de la hora y cuarto que duró el concierto.
Se contaron anécdotas documentadas de intervención frente a endemoniados, pero también se escucharon los sonidos del infierno, que reveló un jesuita alemán hace cuatrocientos años, o palabras en latín que, entonadas en Magnificat de Pablo
Nasarre, solían tradicionalmente colocarse tras las puertas para proteger los hogares y la familia de los malos espíritus.
El concierto concluyó con la interpretación del canto que el sacerdote entonaba cuando había finalizado con éxito su ritual de exorcización, el Te Deum. Ante los aplausos recibidos, ambos músicos interpretaron una pieza conjunta fuera de programa, casi una contraposición al contenido del concierto, ya que Pascal Caumont, acompañado por el arpa de Vilas, regaló una melodía de boda tradicional del sur de Francia.
A la finalización fueron muchos los asistentes que saciaron su curiosidad sobre el arpa de dos órdenes y determinados aspectos de estos rituales e incluso tuvieron la ocasión de hojear el libro de exorcismos del siglo XVIII que Manuel Vilas adquirió en Zaragoza y que, como elemento extraordinario, contiene notación musical, en una pieza que fue interpretada por Pascal Caumont en su actuación.
La Comarca Hoya de Huesca|Plana de Uesca, como organizadora junto al Ayuntamiento de Huesca, de esta programación celebra el éxito de todos los conciertos y agradece a las diócesis de Huesca y Jaca, a los párrocos de las diferentes iglesias, a los ayuntamientos anfitriones, a la Asociación del Monasterio de Casbas-Ana Abarca de Bolea, a la Asociación de Amigos de la Colegiata de Bolea, a las madres carmelitas descalzas de Huesca y a las diferentes empresas y trabajadores de las distintas instituciones implicadas el esfuerzo y colaboración prestada para hacer posible este festival de música y patrimonio que se desarrolla, principalmente, en el ámbito rural de la Hoya de Huesca para enriquecer la oferta cultura con un género poco programado y potencia el conocimiento de monumentos culturales dispersos por el territorio.