Pueblo característico del Somontano que conserva un trazado urbano típicamente medieval, en el cual pueden encontrarse calles con recovecos pintorescos y llenos de encanto. El Monasterio Cisterciense jugó un papel importantísimo en la repoblación y colonización agraria de todo el valle. La personalidad de Dña Ana Francisca Abarca de Bolea, la Abadesa poetisa, así como la figura del Padre Avellanas, fundador de la primera Caja Rural de Socorros Mutuos, han convertido esta población en lugar de referencia dentro del Somontano de la Comarca de la Hoya de Huesca