Situado a levante de la Hoya de Huesca, se cita en documentos desde el año 1097 de la Colección Diplomática de Pedro I. El casco urbano se acoge en la falda de una elevación sobre el río Guatizalema, descollando en su extremo los restos del castillo del s. XV. y el templo parroquial románico del s. XII. El desarrollo de sus calles está condicionado por el terreno, quedando en torno a una plaza cuadrada, con un trazado irregular.